Cómo superar la muerte de mi perro
La muerte de nuestro amigo y compañero de cuatro patas es una experiencia profundamente dolorosa para nosotros. Ellos no son solo animales de compañía, son miembros de la familia que nos regalan compañía, amor y lealtad incondicional.
Cuando un animal de compañía fallece, el duelo puede ser abrumador.
La muerte de un animal puede darse en varias situaciones muy diferentes; si se ha tratado de una muerte repentina, como un atropello o un accidente, se suele adentrar en un estado de shock. En este caso, la preparación al duelo es complicada y de difícil manejo.
En el caso en el que se tenga que afrontar la decisión de aplicar la eutanasia al animal, se decidirá el momento adecuado y el veterinario aportará toda la información necesaria sobre el proceso y brindará todo su apoyo.
El dolor tras la muerte de un perro

Hasta que no has amado a un animal, no entiendes el vínculo que se establece y las emociones que se desencadenan. Tener un perro es tener un compañero fiel con el que tejer recuerdos día a día.
Cuando decides integrar a un perro en tu vida sabes que su esperanza de vida es menor a la tuya, pero aun así nadie está realmente preparado para enfrentarse a su pérdida, y esta nos sumerge en una profunda tristeza. Además, en nuestra cultura no está extendido el duelo por un perro, por eso afrontar su pérdida puede ser incomprendido por parte de muchas personas, lo cual lo hace más difícil. No obstante, el dolor que sentimos es legítimo y es normal que preguntarnos cómo superar la muerte de nuestro compañero de 4 patas o por qué duele tanto su muerte.
Entre seres humanos y animales se establecen vínculos afectivos y recíprocos que implican amor, cuidado, cariño y afecto. Además, se crean hábitos y rutinas: la hora del paseo, llevarle a la montaña a correr, el baño y cepillado… Por eso cuando se produce la muerte de un perro o gato, el impacto emocional es enorme.
Las fases del duelo por la muerte de un perro
Afrontar la pérdida de un animal es una experiencia emocionalmente intensa que muchos atraviesan en algún momento de sus vidas. El perro es un querido miembro de la familia, fiel compañero y una constante fuente de amor y alegría. Cuando llega el momento de decirles adiós, ya sea por vejez, enfermedad o circunstancias inesperadas, es normal experimentar una amplia variedad de emociones.
El dolor que se siente después de que un compañero querido fallece puede expresarse de formas variadas en cada individuo. Algunas personas pueden experimentar una profunda tristeza y llorar la pérdida de su entrañable compañero, mientras que otras pueden sentir soledad o incluso culpabilidad.
La duración del duelo depende de varios factores:
-La intensidad del vínculo que se tenía con el animal, si hemos compartido una conexión profunda probablemente necesitaremos más tiempo para procesar la pérdida.
-La causa del fallecimiento, por ejemplo, si sufrió una enfermedad prolongada o si fue por una muerte repentina y traumática, también tendrá consecuencias en la experiencia y duración del duelo.
Durante el duelo de nuestro perro se pasan por distintos estados emocionales y el proceso no es lineal. Para poder asimilar la pérdida de nuestro amigo debemos experimentar todas las etapas del duelo:
LA NEGACIÓN
Suele ser la primera etapa del duelo. Es común sentir incredulidad y negarse a aceptar realmente la pérdida. Además, puede haber una sensación de shock y aturdimiento, donde cuesta asimilar que el animal ya no está presente.
LA CULPA
Algunas personas pueden sentirse responsables por la muerte del animal. Se sienten culpables por no haber hecho lo suficiente por su amigo peludo. Cargar con la culpa del accidente o de la enfermedad que tomó la vida del animal, sólo hace que el duelo sea más difícil de resolver.
LA IRA
Es posible que surjan sentimientos de enojo y frustración a medida que nos damos cuenta de que ha ocurrido.
Estamos enfadados con nosotros mismos o con los demás. Esto ocurre cuando asumimos que ha muerto y que no volverá.
LA NEGOCIACIÓN
Es cuando tendemos a ir al pasado y repasar que podíamos haber hecho para evitar lo ocurrido, aquí pueden aparecer también sentimientos de culpa. Es un intento más de aliviar el sufrimiento.
Este periodo suele ser breve.
LA DEPRESIÓN
Cuando empezamos a asumir la realidad de la pérdida sentimos una gran tristeza, sensación de vacío, incertidumbre y miedo.
Esta etapa es temporal y en ella podemos manifestar ganas de llorar, disminución del apetito, tendencia al aislamiento social, disminución de la energía y pérdida de ilusión por las actividades habituales del día a día.
LA ACEPTACIÓN
En esta fase aceptamos la pérdida. Somos conscientes de la situación y aceptamos el hecho de que no volverá a estar a nuestro lado. El dolor va desapareciendo, aunque si esto no significa dejar de pensar en ello, pero nos permite seguir adelante.
Cuando el duelo se acerca a su fin empezamos a ser capaces de recordar los momentos más agradables y alegres de la vida pasada con nuestro amigo y compañero, y de esta forma volver a nuestra rutina habitual sin esfuerzo.
Consejos para afrontar la muerte de un perro
Afrontar la muerte de un perro no es nada fácil. Vamos a ver algunos recursos para saber cómo superar la muerte de un perro:
-Despídete de él
Si a causa de una enfermedad grave tenemos que tomar la decisión de recurrir a la eutanasia, acompaña a tu amigo en ese proceso. Aunque si hay personas que no se sienten preparadas para hacer frente a ese momento y es igualmente respetable.
Si por el contrario no tenemos la oportunidad de despedirnos físicamente, hay que buscar otra forma de despedirnos de él, por ejemplo, escribir los que sentimos.
-Acepta como te sientes
Acepta que en ese momento puedes sentirte triste, enojado o culpable por lo ocurrido. No hay que intentar ocultar estos sentimientos y hacer como si nada hubiera sucedido. Hay que dar salida al dolor sin juzgarte y sin el miedo al juicio de los demás.
-Compartir el dolor con otros
Comparte tus sentimientos con amigos o conocidos que entiendan por lo que estás pasando porque tienen un animal en casa o ya han pasado por la misma experiencia. Es un remedio muy eficaz para soltar el dolor y desahogarse porque ellos podrán empatizar con nosotros fácilmente.
-Escúchate y cuida de ti mismo
Cada persona puede mostrar necesidades distintas ante un proceso de duelo y puede afectar tanto la salud física como emocional. Es importante mantener una rutina saludable: come bien, duerme lo suficiente y mantente activo haciendo actividades que te gusten y que te distraigan.
-Busca apoyo
Si de todas formas el dolor es abrumador y afecta la vida diaria, hay que considerar buscar ayuda profesional. Existen grupos de apoyo para personas que están pasando por la misma experiencia. Compartir los sentimientos con otros que están pasando por lo mismo que puede ser muy reconfortante.
¿Debería adoptar enseguida a otro animal de compañía?
No existe un tiempo perfecto para adoptar otro animal de compañía, pero se recomienda superar el duelo antes de intentar crear vínculos con un nuevo animal, respetando los distintos procesos de duelo y circunstancias personales.
Cada animal es único y ninguno podrá reemplazará al anterior, sino que creará nuevos recuerdos y experiencias.
Cuando hay niños y animales de compañía en casa

Para los niños, la pérdida de su amigo peludo es a menudo su primera experiencia con la muerte y el duelo. Muchos niños tienen una relación muy especial con ellos y su pérdida es muy significativa y difícil de manejar.
Es recomendable no intentar proteger a los niños del concepto de pérdida y muerte utilizando mentiras piadosas. En general, los niños de entre 3 y 5 años entienden la muerte como un hecho temporal y reversible, por ello se les debe explicar con claridad que no verán más a la mascota, y todo lo que ello implica: que no podrán jugar más, no volverá a casa, etc.
En el caso de que se tenga que practicar la eutanasia, se debe explicar que es un proceso normal cuando los animales están muy enfermos y no pueden curarse, ya no comen, sufren, etc.… Pero, si la muerte de la mascota es repentina, es aconsejable explicarlo con las palabras adecuadas de una forma breve y, a continuación, responder a las dudas que tenga el niño.
Es muy importante que el niño exprese lo que siente por la pérdida de su amigo y que exprese libremente sus emociones.
¿Puede afectar a un animal la pérdida de un compañero?
Si convivían juntos dos o más animales también ellos van a notar su ausencia e, incluso, algunos pueden sufrir depresión ante la falta de su amigo o al ver angustiado a su cuidador. No hay que dejarlas de lado a pesar del dolor, es importante mantener intactas todas sus rutinas y cuidados, esto ayudará a seguir activos y a que no afecte ni su ánimo ni el nuestro.
Conclusión
Independientemente a como se haya producido la pérdida, hay varios consejos a seguir para ayudar al propietario a afrontar estos difíciles momentos.
Primero, hay que entender que se debe tener presente las fases por las que se va a pasar: la negación; las emociones como tristeza, melancolía o rabia; la reconstrucción, en el que se afrontarán las rutinas diarias que se han dejado atrás sin la presencia de nuestro amigo; y la relación con el recuerdo de una forma segura y serena.
Segundo, que es normal sentir tristeza, el dolor es legítimo. También es legítimo sentirse culpable y enojado.
Por otro lado, se debe pedir o buscar consejo y asesoramiento si se necesita para tomar la decisión de cuando aplicar la eutanasia, presenciar y acompañar al animal en el momento que se aplica, y las gestiones necesarias.